Sir Andrew F. Huxley (1917-2012) y la Escuela Chilena de Biofísica


 

     

     Por:

Ramón Latorre
Director del Centro Interdisicplinar de Neurociencias de Valparaiso, Chile,


Mis colegas del Centro de Investigaciones Biomédicas de Canarias me han hecho saber que ha fallecido Andrew Fielding Huxlex a la edad de 94 años. Nunca se habría imaginado este gigante de la Biofísica y de la Fisiología, junto con Alan Hodgkin, que podrían influenciar tanto a un grupo de biofísicos latinoamericanos viviendo tan lejos de Gran Bretaña. Huxley, junto con Hodgkin y el científico australiano John Eccles, ganaron el premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1963 “"for their discoveries concerning the ionic mechanisms involved in excitation and inhibition in the peripheral and central portions of the nerve cell membrane".
Mi primer encuentro con Huxley fue a través de mi profesor de Biofísica, Mario Luxoro. Me parece verlo entrar a la sala de clases y comenzar a hablarnos de los artículos de Hodgkin y Huxley, publicados en año 1952 (1-5), como si fueran colegas suyos. Estos investigadores, nos dijo, fueron capaces de resolver un problema que desde comienzos del siglo XX había permanecido sin solución: el origen iónico del potencial de acción, que es la señal eléctrica que comunica las diferentes partes del sistema nervioso. “Esto se ve muy interesante”, me dije yo, ilusión que duró hasta que me enfrenté con esos artículos que contenían circuitos eléctricos incomprensibles y ecuaciones diferenciales bastante fuera del alcance de un aprendiz de bioquímico. Pero Mario fue implacable y en una serie de clases nos habló de cómo el potencial de acción se originaba por la entrada del ion sodio, primero, seguida de la salida del ion potasio, y que estos movimientos de cargas eléctricas a través de la membrana del axón del calamar no solo daban cuenta de la forma del potencial de acción, sino que también cómo éste se desplazaba a lo largo de las fibras nerviosas. Esto, que yo puedo traducir ahora, llegó a mis oídos en chino en esa época de estudiante y, tan es así, que Mario me hizo repetir el curso.
Las hipótesis que puedo proponer del porqué me dediqué a la biofísica son dos: i) Por molestar a Mario y que tuviera que verme toda su vida; o ii) para poder entender los artículos de Hodgkin y Huxley. Con el tiempo Mario se transformó en un colega muy querido, y cuando entendí esos cuatro maravillosos artículos [el primero con Bernard Katz*(1)"> tuve la misma sensación que cuando me enamoré por primera vez. ¡Es que por su poder predictivo la belleza de esos artículos es increíble! Nótese que en el último de esos artículos (5), donde Hodgkin y Huxley dan cuenta de la forma, la amplitud y la velocidad del potencial de acción propagado (y en donde aparecen las famosas ecuaciones diferenciales), ellos predicen las corrientes de compuerta (gating currents) y la existencia del sensor de potencial en los canales sensibles a cambios en el potencial de membrana. Tomó 20 años poder demostrar la existencia de las corrientes de compuerta, y todavía un gran número de biofísicos trabajan en el sensor de potencial.
La influencia de Hodgkin y Huxley sobre nuestra escuela de Biofísica fue tan grande que todos los que pasamos por las manos de Mario o de sus discípulos nos dedicamos a la electrofisiología, y no nos ha ido tan mal. Mario y Eduardo Rojas demostraron por primera vez que la excitabilidad de los axones del calamar que nada en la corriente de Humboldt, Dosidicus gigas, es originada por proteínas (3); Pancho Bezanilla y Clay Armstrong fueron capaces de medir y caracterizar las corrientes de compuerta (4); y Harold Lecar, Gerald Ehrenstein y yo (5) detectamos la actividad eléctrica de un solo canal de iones dependiente de potencial en membranas artificiales (5), antes de que éstos se hicieran realidad en las membranas de las células.
Tuvimos la suerte en esta larguísima y angosta ínsula de tener maestros que se dieron cuenta desde el comienzo de la inmensa importancia del trabajo de Hodgkin y Huxley, y que fueron capaces, parodiando a Newton, de sentarnos sobre los hombros de estos gigantes para mirar más lejos.
Ramón Latorre es miembro del Comité Científico del Centro de Investigaciones Biomédicas de Canarias (CIBICAN) y del proyecto IMBRAIN.

Referencias

1. Hodgkin AL, Huxley AF, Katz B (1952) Measurements of current-voltage relations in the membrane of the giant axon of Loligo. J Physiol 116:424-448.
2. Hodgkin AL, Huxley AF (1952) Currents carried by sodium and potassium ions through the membrane of the giant axon of Loligo. J Physiol 116:449-472.
3. Hodgkin AL, Huxley AF (1952) The components of membrane conductance in the giant axon of Loligo. J Physiol 116:473-496.
4. Hodgkin AL, Huxley AF (1952) The dual effect of membrane potential on sodium conductance the giant axon of Loligo. J Physiol 116:497-506.
5. Hodgkin AL, Huxley AF (1952) A quantitative description of membrane current and its application to conduction and excitation in nerve. J Physiol 117:500-504.
6. Rojas E, Luxoro M (1963) Microinjection of trypsin into axons of squid. Nature 199:78-79.
7. Armstrong CM, Bezanilla FM (1973) Currents related to movement of the gating particles of the sodium channels. Nature 242:459-461.
8. Latorre R, Ehrenstein G, Lecar H (1972) Ion transport through excitability-inducing material (EIM) channels in lipid bilayer membranes. J Gen Physiol 60:72-85.

 

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